La escalada de precios de la energía en los últimos meses se ha iniciado especialmente por la guerra en Ucrania, que ha tenido un efecto directo en el interés de las empresas por dotarse de instalaciones de autoconsumo para desvincular sus costes directos del mercado de la electricidad. Este sector venía protagonizando un incremento constante de la potencia instalada en los dos últimos años que en el primer trimestre de 2022 se ha vivido un auténtico ‘boom’.
Cada vez son más las empresas que apuestan por la implantación de su propio sistema de autoabastecimiento energético, y es que el contexto actual, con los mayores costes energéticos de la historia, demuestra que la inversión está más justificada que nunca. Esto además de una mayor independencia energética se ha convertido prácticamente en una necesidad para la subsistencia de muchas industrias con altos consumos de electricidad.
El autoconsumo no solo es una cuestión de eficiencia energética y ahorro, también se ha convertido en una necesidad en muchas empresas por la obligatoriedad de aplicar políticas de sostenibilidad ambiental que reduzcan sus emisiones en los próximos años, y lograr los objetivos marcados a nivel nacional y europeo.
Es en todo este contexto que el autoconsumo energético sigue incrementando su atractivo y el periodo de amortización de la inversión inicial baja cada vez más, situándose ahora en torno a los 3 años. Esto ya es de por sí, todo un argumento para que pymes y grandes empresas hayan decidido dar el paso porque los números ahora, sí les salen.
Es por ello, que las estimaciones del mercado para este 2022 son muy halagüeñas para la instalación de placas solares en las empresas que ya han entendido que el futuro no sólo para por el autoconsumo, sino que ya es presente y ha venido para quedarse.