Ya es una realidad. La energía renovable no sólo va escalando posiciones entre las preferencias de particulares y empresas, sino que además, ya es la fuente de electricidad más económica en muchos puntos del mundo. En España, vemos cómo de manera destacada la tendencia es cada vez más positiva y el nivel de confianza de quienes dan el paso se ha incrementado de manera significativa.
Esta progresión en cuanto a la elección de las energías renovables viene avalada por un documento que se ha hecho público recientemente y que servirá para abrir el debate. Se trata del último informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena). Próximamente Abu Dabi acogerá la Cumbre sobre la Acción Climática, de las Naciones Unidas, que tendrá lugar en septiembre.
Con la previsión de que bajen los precios, las renovables
incrementarán su ventaja en términos de coste, según el informe Renewable
Power Generation Costs in 2018 (Costes de generación de energías
renovables en 2018). Esto reforzará la justificación económica de las
renovables y su importancia como motor de la transformación energética mundial.
Los costes de las tecnologías energéticas renovables registraron un mínimo
histórico el año pasado. El coste global medio ponderado de la electricidad
obtenida de la termosolar se redujo un 26%, seguida de la bioenergía con un
14%, la energía solar fotovoltaica y la eólica terrestre con un 13%, la energía
hidroeléctrica con un 12%, y la energía geotérmica y la eólica marina con un
1%.
Este informe estima que el descenso de los costes continuará en la próxima
década, especialmente en el caso de las tecnologías solar y eólica. De acuerdo
con la base de datos mundial de Irena, más de tres cuartas partes de los
proyectos eólicos terrestres y cuatro quintos de la capacidad solar
fotovoltaica que está previsto poner en servicio el año próximo producirán
energía a precios más bajos que las nuevas opciones de carbón, petróleo o gas
natural más baratas.
Esto sólo podría ser abordado si el aspecto financiero acompaña a cada uno de estos proyectos, algo que este informe afirma que será posible sin necesidad de esa asistencia financiera, lo que se convierte en un punto esencial en todo este proceso de expansión.
Irena es la organización intergubernamental que apoya a los países en su transición hacia un futuro energético sostenible que cuenta con 160 miembros (159 Estados y la Unión Europea) y otros 23 países en proceso de adhesión que participan activamente.