Hace tiempo que el autoconsumo se ha convertido en algo más que ahorro, que aún siendo real, suma más beneficios de los que de momento se ha hablado en multitud de foros. Los continuos vaivenes de los precios de la luz en el mercado hacen que muchas personas y empresas se cuestionen si no hay una fórmula que les aporte más tranquilidad en el mes a mes para evitar sorpresas.
Cierto es que en el actual presente el mercado energético se ha estabilizado y no ha vuelto de momento, a experimentar grandes subidas en el precio de la luz, lo que ha hecho que muchos hayan dejado pasar la oportunidad de instalar placas solares como medida de ahorro. Ocurre que hay un aspecto que quizá algunos hayan pasado por alto, como es la capacidad de decidir del propietario de una vivienda que no tiene porqué recibir todo tipo de sobresaltos. Haciendo un paralelismo con las hipotecas, podríamos decir que la montaña rusa en la que se ha convertido el pago mensual de un crédito hipotecario ha dejado de ser un problema para quienes han decidido pasarse a una hipoteca fija o mixta para así dormir más tranquilos. Salvando las distancias, ocurre igual en el precio de la luz, el autoconsumo nos da independencia energética, nos libera de continúas subidas y sobresaltos. Y esto, solo en el apartado puramente económico, porque hay otro que tampoco se ha valorado en su justa medida.
Y es que tanto las viviendas de particulares como las empresas suelen olvidar que tener una instalación de autoconsumo supone darle mayor valor al inmueble. Es un equipamiento que al futuro comprador le resulta mucho más interesante por cuanto aporta en cuanto a ahorro, respeto al medioambiente y un largo etcétera de beneficios. Las viviendas unifamiliares con autoconsumo pueden ahorrar entre un 60% y un 80% en su factura de la luz, una cifra que sigue siendo relevante incluso con precios bajos. Además, la vida útil de los paneles solares ronda los 25 años, lo que significa que la inversión se amortiza con creces a lo largo de su vida útil.
A esto, se suma el interés que supone saber que existen subvenciones de la Junta de Andalucía, como el Plan Eco Vivienda con el que se puede beneficiar hasta un 80% de la inversión si aumenta la eficiencia energética de la vivienda. Además, en cuanto a impuestos, se puede deducir en el IRPF el 40% de la inversión, hasta un máximo de 7.500€. Y si miramos más allá, no se puede olvidar la manera en que los propietarios de autoconsumo contribuyen a reducir la huella de carbono y sirve para que forme parte de la solución al cambio climático.
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